Torrenteres

Para que un bosque sea terapéutico tiene que tener ciertas características, como por ejemplo, estar compuesto por árboles de más de 100 años de antigüedad, ser rico en biodiversidad, con una gran variedad de especies vegetales y riachuelos tranquilos.

En el Japón, donde nació la técnica de bienestar Shinrin Yoku (o Baños de Bosque en español) existen más de 62 bosques terapéuticos hoy en día.

Existen varios estudios que han demostrado que los bosques maduros son más terapéuticos, que los jóvenes. Exactamente, un estudio realizado en el Japón en el 2008 que ha comparado un paseo de 15 minutos por un bosque joven y por un bosque maduro con cedros y cipreses de más de 300 años, ha revelado que los participantes del paseo por el bosque maduro se han sentido con mayor vitalidad y menor tensión y ansiedad. Además, los participantes han descrito el bosque maduro como “más natural, con mayor belleza, sensación de espiritualidad, más tranquilizador y saludable.”

Otro estudio conducido por la Universitat de Girona con personas con fibromialgia ha demostrado que realizar un ejercicio suave, como un Baño de Bosque en un bosque maduro, aumenta el bienestar y disminuye el número de días de dolor intenso y días de insomnio.

Esto es por el hecho que los árboles maduros tienen una mayor concentración de fitoncidas, menor densidad (el que nos proporciona una mayor sensación de bienestar y seguridad) y una mayor biodiversidad.

Las fitoncidas – compuestos orgánicos volátiles que emiten los árboles y plantas para evitar que se pudran y que sean atacados por insectos y animales ayudan a fortalecer el sistema inmune (aumentando células asesinas o “NK”), prevenir ciertos tipos de cáncer y son un antibiótico natural. Los bosques maduros a causa de su mayor diversidad, complejidad y longevidad presentan fitoncidas más intensas y variadas el que los confiere una mayor capacidad curativa.

Los bosques terapéuticos concentran una mayor cantidad de sustancias, como hongos, resinas y aceites que al inhalar aumentan la serotonina (la hormona de la felicidad) y regulan la noradrenalina (la hormona que aumenta la presión arterial).

Nuestro bosque Les Torrenteres está diseñado intencionalmente para crear un entorno armonioso que restaure el equilibrio de la mente, el cuerpo y el espíritu..

Tiene un fácil acceso para cualquier tipo de persona, una ruta de baja dificultad y senderos muy definidos que permiten a los visitantes sumergirse en la naturaleza de manera pausada y consciente.